Tuesday, October 12, 2010

Retórica masifascista/NADA QUE DECIR


El rimbombante y ridículo preámbulo de la NCPE dice, hablando de "nuestros pueblos", que "jamás comprendimos el racismo hasta que lo sufrimos desde los funestos tiempos de la colonia". Sugiero a los escribidores de tal llorosa introducción que revisen a Guamán Poma, el dibujo en que dos soldados quechuas -invasores- le sacan los ojos a un prisionero aymara.
¿No es abuso y racismo el desplazamiento de pueblos enteros, para evitar rebeliones, en marchas que serían a no dudarlo de muerte y dolor? ¿Por qué se toca el erke en Lambayeque, en el norte del Perú? Porque allí fueron removidos desde el sur de Bolivia durante el imperio incaico, por la fuerza, grupos étnicos a quienes pertenece tal instrumento. Es, a su manera, una suerte de limpieza étnica.
No estamos en tiempos de Voltaire, señores, y el buen salvaje es un mito de los enciclopedistas. No hay pueblo "bueno". Las taras del ser humano: violencia, abuso, son inherentes a toda la humanidad y no porque Evo Morales sea presidente los aymaras huelen a santidad, ni los quechuas ni nadie.
Con el susodicho preámbulo podría escribirse un libro. Ni qué decir con los artículos al interior. Pero sigamos.
"Y con la memoria de nuestros mártires, construimos un nuevo Estado". El Estado con mayúsculas, el Estado totalitario, que a pesar de una verborrea de la peor retórica basa sus fundamentos en la orden impartida de arriba. El Estado vertical aunque en apariencia se quiere mostrar un país abierto y progresista. Los mártires no murieron para que Morales Ayma sea un fatídico reyezuelo. Lo digo con certeza porque desciendo de Pedro Domingo Murillo, de Manuel Ignacio Ferrufino, fusilado en la plaza 14 de septiembre el 28 de mayo de 1812, y de su esposa, Josefa Saavedra, muerta en la Coronilla el 27.
"Respeto a la pluralidad económica". O no sé leer o necesito aclaración al respecto; qué es lo que se quiere decir. Se puede interpretar de formas muy diversas. Mas la alusión a soberanía y dignidad es clara y sobra: está de más en un gobierno mendicante que reparte el dinero de otros, cuya transformación se realiza con dinero venezolano, cheques a los que no se ha
tenido ni siquiera la decencia de borrar su procedencia.
"El Estado Unitario Social de Derecho Plurinacional Comunitario" ¿Qué decir? Que es tristemente Bolivia, donde aún los legisladores no aprendieron a escribir, y menos a pensar. Me pregunto si la comisión alfabetizadora comenzó su campaña en la Asamblea Contituyente. Y ojo que no hablo sólo de la población nativa, sino de los doctorcitos que jamás se sacudieron la lacra verbal de principios de siglo XIX. ¿No pudieron salir con un título menos barroco? ¿O es la herencia de España, donde los aristócratas se presentan con una miríada de títulos que no cubre en nada su estupidez?
Prosigue este esperpento con alusión al "poder originario del pueblo". "Originario" se ha convertido en un vocablo sinónimo de nativo, un vocablo falaz que quiere convertirse en carta blanca para cualquier desmán. Y qué acerca de "con la fortaleza de nuestra Pachamama y gracias a Dios refundamos Bolivia". Un sincretismo-cretinismo que sugiere la confusión mental de quien procede ésto. Echemos en la misma arena a Dios y a la Pachamama y quizá de este extraño apareamiento surja el hombre nuevo boliviano, mitad aire y mitad tierra. Ahora bien, creo que habrá conflicto marital respecto a quién deben parecerse los hijos: ¿a Dios o a la Pachamama?, aunque de ninguno de ellos tenemos imagen convincente.
Este retroceso innegable hacia el oscurantismo terminará por destruir el país. Una "amiga" me borra de su lista de amistades porque oso tocar con mis palabras al Inca (Evo). Es a veces extraño el comportamiento de la gente, cómo, en tan corto tiempo, algunos cambian el culto de la bragueta por el culto de la personalidad.
16/1/09

Publicado en Puntos de vista (Los Tiempos/Cochabamba), enero 2009

Imagen: Alfred Kubin/La dama del caballo, circa 1900-01

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