Thursday, October 14, 2010

Incertidumbre/NADA QUE DECIR


Una caricatura del Denver Post muestra el rostro de Barack Obama. De pronto un lápiz comienza a borrarlo, y a medida que eso pasa la cara del actual presidente de los Estados Unidos se transforma en la de su antecesor George W. Bush.
El mensaje es claro.  Después de 4 meses en el gobierno, la administración Obama ve que para sobrevivir en un país tan conservador como EUA, tiene que ceder -y conceder- puntos que fueron pivotales en su campaña, acentuada en las diferencias de uno y otro.
Larga es la enumeración, pero uno de los asuntos de mayor importancia estuvo en criminalizar las actividades de aquellos que implementaron la tortura como forma de interrogar.  Comenzó con buenos auspicios, pero ahora la cosa es clara:  nada sucederá;  Dick Cheney y los demás implicados continuarán una vida respetable, comentarán, criticarán (como lo hacen) a los demócratas, y el resto del mundo al olvido.
Sucede con lo de Guantánamo.  La votación mayoritaria por no  cerrar el ominoso campo de concentración ha sido un triunfo republicano mayor.  Los febles representantes del partido en el gobierno saben que votar por el sí afectaba directamente sus posibles futuras candidaturas.  El hecho que Nancy Pelosi, cabeza de la cámara de representantes, supiera de los métodos de interrogación que se utilizaban en contra de combatientes y de la población civil -y lo negara- es un descrédito de imprevisibles consecuencias.
En la economía, el país sufre una recesión que se ahonda más y más.  A pesar de los votos de mejora se sabe que la mayoría de los empleos perdidos ya no se recuperarán.  Una atroz burocracia trata de aliviar los males de los desocupados con ayuda de desempleo, etc., cuyos beneficios son más difíciles de conseguir que sacar la lotería, debido y gracias a un sistema caduco y a una burocracia inoperante y corrupta.
Las oficinas públicas, y los empleos federales, son feudo de minorías que aprovecharon el momento y la oportunidad de osificarse allí.  Es paradójico que la seguridad de los aeropuertos esté encargada a nacionales de Etiopía, o países islámicos del Asia Central.  Y allí, en esos departamentos públicos, se libra la guerra sorda entre minorías como en cualquier otro lugar.  Se pierde la supuesta eficacia e inefabilidad de los Estados Unidos y se penetra en el provinciano universo del Tercer Mundo, con compadreríos  preferencias, coimas y el resto asociado.
La administración Obama camina por el peligroso borde de haber sido una esperanza, y el de convertirse en la efervescencia de la vanidad y el teatro.  En este país se venera la figura, excesivamente ósea y vana, de la "irresistible" Jackie Kennedy-Onassis.  Parece que estamos ante el nacimiento de la nueva Jackie, esta vez de color, en la esposa del Presidente.  Sabemos que el mundo está poblado de imbéciles, que suman casi todo el número de habitantes del planeta, y que a esos imbéciles los seduce cualquier novelón, y que desean verse reflejados en historias que revivan a la Cenicienta, o a la Bella durmiente del bosque, o a Blanca Nieves.  Es el país de Disney;  es Disneylandia, y nada mejor que aparezca hoy una princesa negra que dicte los cánones de moda y de comportamiento de las generaciones a venir.
Un poco de modestia, señores, que en este país hay millones de desocupados, de trabajadores en franco estado de empobrecimiento.  La lírica del advenimiento de una nueva era se concreta con acciones, no con presentaciones.  Con pan, no con sonrisas.
22/05/2009

Publicado en Puntos de vista (Los Tiempos/Cochabamba), 24/05/2009

Imagen: Poster del documental "Camino a Guantánamo", de Michael Winterbottom y Matt Whitecross, 2006

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